Nuevamente regreso a tu lado
sin
decir nada
Los
dos sabemos que me pasa,
¡Son
tan elocuentes las luces de tus ojos!
Vuelvo,
y mis golpes hablan solos
Las
flores quebradas en mis bolsillos
están aún
temblorosas
y agitadas de pura rabia
Vuelvo
con mi bandera
rota y revolcada,
palpitando
aún su resistencia
Siento
como te afecta mi caudal de pena
¡Cielo
santo!
tu
respiración entrecortada estremece los techos
las
calaminas, remece árboles de las
quebradas
que
sorprendidos se despiertan y no saben
qué sucede
Tú
no sabes cómo empezar a curarme
ni
qué hacer para consolarme
El
viento frio me llega y siento indignación
Tú
estás conmigo
Luego te enderezas, te recobras, carraspeas
nuevamente
acercas tu comprensión
lenta
y dulcemente, como el oleaje de esta noche
Dispones que la paz de tu cielo
me
acompañe solidaria hasta mi casa
Me
despides
las luces intensas que salen de tus ojos
me consuelan
y la bondad con que me miras
es infinita
Vuelvo con mi bandera
ResponderEliminarrota y revolcada,
palpitando aún su resistencia. GRATO LEERLO