Vida adversa que haces de mi dolor un río de lágrimas,
no es verdad que haya olvidado aquellos lugares
donde jugué bajo el cielo azul que abrazaba las nubes.
Vida adversa de caminos tristes y penas que por años
adormece mi cuerpo, hasta ahora extraño
el calor de la mantita que me abrigaba en esas gélidas
tardes.
Tardes, donde ni un rayo de sol me alumbraba
para calmar el grito incesante de mi alma.
Tardes en las que éste cuerpo confirmaba el dolor
de mi soledad y el aroma de viejos recuerdos.
Vida adversa, no puedo disimular sin embargo que estoy
muriendo en este lugar triste. Y al levantar mi mirada al
cielo,
oigo una voz que me dice: ¡vuelve al
lugar donde naciste, ingrato!
Gracias, por compartir este poena.
ResponderEliminar