Me asombra, me ciega,
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Volver sobre el verdor de mis plantas,
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Crecen y danzan
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Se revuelven cuando mis dúctiles manos
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Asen por ellas acompasando la música
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En el pregón de la tarde o
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Al dormirse la noche…
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Las veo en el rincón de siempre con esa
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Su oculta sonrisa
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Con la que me dicen que ayer volaron mis
sueños
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Gratos ensueños repletos de dulce hablar
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Pálidas irreverentes pláticas
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Diciendo que la locura es más grata
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Cuando el muelle y sus amarras
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Fueron arrastrados hacia el olvido…
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Hoy no las he visto
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Estarán musitando viejas plegarias
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Invocando que vuelva
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Esperando que el sonido de las llaves
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Rompan el cerrojo de los candados
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Preludien mis alocados pasos
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Surcando los maderos
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Llegando hasta ellas…
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Ah eucaris de verdes hojas
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Pecioladas y gigantes
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Cómo me hablan a borbotones
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Atropelladas e indóciles
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Dejando sonrisas a cada costado…
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Ahora mis niñas me marcho
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Duerman su alegría
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Canten con pasión
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Y detrás de las ajenas sombras
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Esperen por mi ciego andar
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Que entonces
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Otra vez será…
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Hermosas palabras!
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