Qué
importa que la torcaza empolle al borde del risco
Sobre
un intenso verdor
Si
al volver con el lomo dormido
Siento
que aún te espero…
Las
luces se doblegan perdidas entre las sombras
El
mar estrella su furia dejando que la bruma me invada
La
ciudad inquieta suelta sus peores augurios
Y
mi lomo dormido
Ansioso
aún te espera…
Me
encaminé siguiendo tus pasos
Latía
fresco un recuerdo infantil
El
mismo diario enrollado
Del
viejo puente cruzando mis vacíos
Dejando
atrás los pasos perdidos en su eterna huerta
Lejana
también la planicie de los amancaes
Con
el fino andar de mis jamelgos…
Alcanzando
lo alto de las abras andinas
Miré
a hurtadillas lo que quiero sean tus pasos
Para
gritarle al frio viento
Que
también me duermo en la espera
Bajo
el tintinear de la luz de luna o
Entre
las frescas mañanas de abril…
Al
abrir un frasco de dulce miel
Espero
sentir tus pasos detrás de la puerta
Dibujando
gaviotas con las manos o
Haciendo
danzar tu risa entre los labios…
Déjenme
ahora soñar
Que
me quiero perder
En
esta ilusión que a capela canta…
Me encaminé siguiendo tus pasos a través,danzando sobre tu poema con el viento suavemente y con respeto, déjame ahora soñar. Aquí en Colómbia estoy leyendo tu poema Ernesto. Gracias por compartirlo y dar la oportunidad de conocer tu escrito.
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