A los
graffiteros
Como frutas maduras
Las paredes Se llenaban de colores |
Guerreros de luz
Lanzados al viento Coloridos los colores A brazo Contra el vacío |
Nosotros cosechábamos
Los muros Y ahí vivíamos desde nuestros Doloridos microbuses Recogíamos los frutos Para acallar Los latidos permanentes Del dolor de cada día |
Y éramos niños de ojos alertas
Y madres llenas de flores Y éramos alegres y heroicos y valientes Y bosques en medio de la niebla Y luz acabada del humo Y aroma en medio del hedor |
Escapábamos al color imaginario y tan real
Nos metíamos a vivir en otra puerta En el mundo que asomaba por un infinito |
Hoy nos queda el amarillo
Como una náusea Que encierra nuestras almas |
Que nadie mate el color
Que sale desde adentro Y que alguna vez El amarillo Vuelva a ser color de las flores |
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