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Pobre
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y estás entre los
higos
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memorizando los oficios que tenía tu
padre.
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La corteza
siempre estuvo de tu parte:
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voltea
a lo largo de la desgracia,
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derrama tu cesta sobre mi espalda,
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apacigua los duraznos que viven.
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Lamento que no
existas,
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estás sobre
los higos.
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De I Ramas o equinoccio de
soledad. En “Corso por todos los riesgos” 1971. Premio de poesía Javier Heraud,
Universidad Católica del Perú.
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