Me he dado cuenta Señor
que
soy tu hija predilecta.
¡Qué
jactancia la mía!
Cuando
tenía dos años
me
regresaste a la vida.
Me has tenido todo el tiempo a prueba
a
los siete años, gran escape
a
milímetros de un atropello vehicular.
A
los diecisiete, me escapé
de hundirme en el río Puyo
dos
años más tarde, en el mar
tremendo
resbalón en Argentina
para
no contar más.
Me
has enseñado
que
el regalo
más valioso otorgado es evidente
o
quizás mi misión aún no está cumplida.
Sino
cómo puedo comprender
que
a pesar de grandes peligros
no
me has querido llevar.
Me
dicen
“Que
soy tan inquieta
que ni en el cielo me podrán aguantar”
Por
tal razón
soy
consciente de lo que tengo.
Por
algo escribí
que
he sobrevivido
más
de las siete vidas que tiene un gato.
Porque
como él, caigo de pie.
Obra de año.2016. Poema de Libro Armonía 2021
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