Caminar
apretando la mano
del ser que mucho se ama.
Caminar por caminos de ensueño
hasta alcanzar la posada
en que desprovistos de teñidas
telas
tomemos sendas copas y seguir
hasta llegar al fondo
profundo.
Conversar
acerca del idilio
que puede surgir entre dos
ángeles,
o entre dos almas distintas,
entre aquella y éste.
Nuevamente
caminar, luego de la faena
en que dos cuerpos se han
hecho uno,
ir mirando las florescencias
de las praderas
llenando el espíritu de aromas
y colores.
Caminar
pensando en la probabilidad
de que alguien ha de nacer
semejante a ella o a ti, o a
ambos.
Caminar
agarrados hasta comprobar
que jamás se ha de llegar a
ese falso lugar
mal llamado, “Final Del Amor”.
Caminar
tomados de la mano
hasta alcanzar el altar mayor
iluminado con blancas farolas
de un Universo sublimado.
Ehvs 2-26-18
Bellísimo!!!
ResponderEliminarGracias, María Cristina.
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