martes, 26 de noviembre de 2013

Vacío menor por Claudia Cáceres


Sentarme, un día más, mirando esa pared, y esta presión en el oído…

…Duele. Tras la ventana, que se desdibuja a mi espalda, hay seres.

Otros.  Los desconozco pues el gris me los impide.

Aquí adentro, oigo voces al unísono: sonido distorsionado, difuso e incoloro.

Significa ya nada… no aves, no agua, monotonía.

 

Mancha amarilla plasmada en esa pared,

Triangular por azar, ¿de pintura o añejo papel pegado?

Inerte ahí, en la esquina izquierda, aburrida.

No, no lo es. Ella tiene la vista libre hacia la ventana, al mundo externo, al silencio,

La observo fijamente:

 

Antiguo caballero impermeable y sombrero de papel,

Cabalga a paso simple, sin llegar a mí, ni a la ventana,

Atrevido ignorante, ignorando (me) la vida fuera de aquí.

¡Quieto, quieta! ¿Dónde estuvo todo este tiempo? Fija, aquí.

 

Si sol ni lluvia otoñal, parada en el mismo rincón desde sabe quién o cuando.

El ancla en mi cabeza, en mí oído pesa… duele, me impide voltear hacia más allá,

Entonces grito. Más voces insignificantes, sin rostros, y me pregunto:

¿Acaso soy real? ¿Es la mancha amarilla un caballero real?


 

2 comentarios :

  1. Gracias, después de tanta palabra dura y utilitaria que utilizo para trabajar y relacionarme, leer estos poemas es como darle una suave brisa a mis oidos y mis sentimientos. Me gustaron los poemas, especialmente los más grises.

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