Entre risas y llanto
Paisajes revividos
que alumbran
como un rescoldo
de atardecer
Y el mar...
testigo insondable
que enreda
los cabellos
con esfumada sal
de antiguas algas
y un ocre rezo
callado, testimonial
junto a pasivas
caracolas
Alternancia
Duda y certeza
Resquicios
donde abrir
selénicos acordes
antes que un
piélago nuboso
y repentino
borre su antigua
faz encendida
Apertura, cual
caricias enjoyadas
llegando
del más allá
Vaivenes
que el tiempo
dispone según
su secreta actitud,
mientras el río vital
de la existencia
corre caudaloso
por las venas...
Allí, bajo el piélago
irrestricto de la piel
que fue llevándose
las últimas palabras
de la noche
El rostro austero...
La siempreviva
ternura del silencio
donde duelen
los recuerdos
y no cabe mentirse...
